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La importancia de una estética inteligente

La importancia de una estética inteligente

El siglo XXI ha traído nuevos retos para las marcas y las ha hecho evolucionar de manera radical, dándole un nuevo giro enfocado en encontrar el verdadero significado de ellas: apartándolas de los productos individuales y de sus atributos e introduciéndolas a un examen psicológico y antropológico de lo que las marcas significan para la cultura y la vida de las personas.
Por ello se consideró que la estética tenía una importancia decisiva, puesto que las empresas pueden fabricar miles de productos, pero lo que los consumidores compran son marcas y buscan identificarse con ellas a través de la experiencia que les brinda.

Este nuevo modelo es producto de la firme convicción que las marcas necesitan reiventarse de manera continua, sin olvidar sus valores fundamentales claro, para mantenerse en la misma posición.

Deben ser más agresivas si quieren mantenerse con vida en un mundo competitivo donde constantemente surgen nuevas marcas y proyectos cautivadores.
Triunfaron y sobrevivieron las empresas que construyen marcas y se llegó a la conclusión: los productos que tendrán éxito en el futuro no serán los que se presenten como <<artículos de consumo>>, sino como conceptos: la marca como experiencia, estilo de vida, un conjunto de valores, una apariencia personal y una idea.
No trata de patrocinar la cultura, sino de ser la cultura.
Si las marcas no son el producto de ideas, actitudes, valores y experiencias… ¿Por qué no pueden ser una cultura?

El auge del papel de los logos es tan exagerada que la esencia de éstos ha adquirido un nuevo significado:

  1. La estética importa en los negocios para llevarlos más allá
  2. La estética inteligente puede ser cultivada, cada uno de nosotros posee mucha más capacidad para transformar y crear de la que realmente usamos.
  3. El liderazgo de la visión estética tiene el poder de transformar las compañías e incluso sectores enteros.
  4. La ausencia de la estética, en la mayoría de los negocios la hace más susceptible a fatalidades.

En otras palabras, la estética inteligente es equivalente a la longevidad de la misma.

El término “Estética” es se usa para describir cómo se miran las cosas.
En los negocios debe significar: diseño de producto, packaging, identidad corporativa, diseño de logotipo, entre otros.
El valor estético del producto o servicio de una compañía es crítico para su éxito a largo plazo y éste le da la importancia al placer, el cual tiene la oportunidad de elevar y tocar el espíritu humano y llevar la imaginación a través de experiencias sensoriales.
Estoy segura que si lo hacemos de una manera correcta, traerá buenos dividendos para las empresas y sus fundadores.
En un mundo donde la tecnología y las computadoras lo resuelven casi todo en términos de funcionalidad; hay un factor que no pueden realizar y es el de crear significados y experiencias para reconectarnos con nuestra humanidad.
El desarrollar altos estándares estéticos y estrategias es crucial para la economía y sostenibilidad de las personas y negocios.

Recordemos que el 85% de las desiciones de compra están impulsadas por los sentimientos y solo un 15% en una evaluación de la funcionalidad y características.

Es importante analizar qué tanta importancia le estamos prestando a una estrategia estética para nuestro negocio. Estoy segura que si logramos implementar una de manera rigurosa llevaría nuestra marca a un éxito.

¿Qué está haciendo tu marca para brindar experiencia en todo sentido? 

 

– Mafer Jünger